REIF: ¿Cómo es que antes quedaban 71 y ahora quedan 78?
TENIENTE: Será que las indicaciones las hizo un portugués.
Hubo un último cambio de planes en ese viaje conjunto que realizábamos. Y es que había que terminarlo igual que lo empezamos.
En principio nadie tenía muy claro que yo fuera a regresar a El Escorial la noche antes, yo tampoco. Y todo fue mucho más fácil cuando me llamó la Lugareña para decirme que la Teniente me recogería al día siguiente en Moncloa, donde había quedado con B. con quien iba a Bilbao. Aprovechamos para despedirnos a la espera de encontrarnos en nuestros domicilios habituales una semana después, y yo seguí con las caipiriñas, ya convencidísimo de nuestro futuro viaje a Brasil. Pero eso fue la noche antes...
Llegué a Moncloa a hora prudente, cargado con la mochila y los millones de discos que había comprado el día antes, para esperar más tiempo de la cuenta porque, para variar, la Teniente se confundió. Cuando ya nos encontramos, fue el momento de buscar a B., y, una vez todos juntos, emprendimos camino a Bilbao, donde la Teniente y yo nos despediríamos definitivamente... hasta la próxima. Un camino precioso, verde como en ningún otro sitio a partir de Burgos, y muchísimos chistes acerca de todo el viaje, junto con La casa azul para amenizar el final de unas vacaciones que terminarían como empezaron: perdiéndonos con el coche, esta vez por Bilbao.
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