jueves, 5 de marzo de 2009

Yo fui a una boda pija.

Lema del día: Qué malito estoy y qué poco me quejo.

Siempre me imaginé una boda en la Catedral de Sevilla como el summum del ritual católico. Yo que me esperaba cánticos, obispos aderezados y monaguillos travestidos, sólo me encontré con una ceremonia simple que duró apenas treinta minutos y donde, inexorablemente, todos los no católicos (en este caso y y poco más) terminamos como siempre participando del rito deseándole la paz al de al lado, por más hipócrita que pueda parecer. Eso sí, para los que nunca saldremos en el Hola!, resulta divertidísimo sentirse una estrella, y para eso nada mejor que la salida del templo, por la misma entrada que a la visita, llena de guiris que hacen fotos fascinados con las bodas españolas.
Como no fue la ceremonia no fue la celebración. Yo esperaba una hacienda preciosa (que la hubo), buena comida (que la hubo) pero bastante más tonteo del general. Porque resulta que los pijos de Tomares son personas normales como nosotros, que bailan las mismas patochadas y cenan de la misma manera. Y critican menos, eso sí.
Hace ya tiempo que no se si es que la moda no va conmigo o los diseñadores y compradores han perdido el gusto, pero la moda última galáctica y las cortinas como trajes (que ya llevó Goya Toledo en los Goya) no me parecen bonitos ni mucho menos elegantes. Los vestidos con corte mini no son para una boda de noche, y mucho menos los trajes de chaqueta con tocados a juego, por más que vengan de la familia. Y esa nueva predilección por los trajes azul marino en los hombres... que no, que no, que yo no sirvo para esto.
Claro que concluimos que había sido la boda de las Pititas. La Ridruejo estará encantada sabiendo que su club de fans en facebook andará un poco parado, pero imitadoras no le faltan. Alguna incluso se le parecía demasiado, cosa que me lleva a preguntarme ¿y si fuera ella y yo hubiera desperdiciado la oportunidad de pedirle un autógrafo? No me lo perdonaría nunca.


2 comentarios:

Rocío. dijo...

Yo hoy he visto al hijo (de Pitita) en una tienda de muebles en un polígono. Seguro que no era él. Me he dicho a mí misma después. Este comprará los muebles en un sitio más coolchicfashion.
No como yo.
Recuerdo una semana en Sevilla. Al llegar pensé que todos los sevillanos iban de boda. Y no... es que se arreglan un montón.

Un saludo ío.

Samuel Requena dijo...

NECESITO UN NOMBRE PARA MI REVISTA PIJA DE BODAS.... ME AYUDAS.... ME GUSTA TU INGENIO UN SALUDO!!