domingo, 15 de febrero de 2009

MGPL. Hesíodo.

Hesíodo.

Hesíodo era escritor, y escribía poemas. El hecho de que sea el primero en ser laureado en estas páginas en nuestra Mitología griega para lerdos se fundamenta en que sus Teogonías son la base inicial del conocimiento de los mitos acerca de la creación del mundo y del nacimiento de los dioses. En realidad sobre esto habían escrito doscientos millones de escritores en la Antigua Grecia, pero los sabios nos dicen que con quien hay que quedarse es con esta. O con Homero. Pero más con esta obra. ¿Por qué? Pues porque lo dicen ellos que para eso han estudiado.
La cosa es que nadie está seguro de que ninguno de los poetas antiguos existieran. De hecho todavía se están comiendo el tarro a ver si Homero existió o no. Parece que con Hesíodo tienen menos dudas y, según se nos dice, tenía un padre y un hermano. Madre no consta.
Además de las Teogonías, de Hesíodo también se conservan otros poemas que se suponen suyos. El principal Trabajos y días, del que hablaremos posteriormente, y otros más cortos como Escudo. También se atribuyen a él cientos de fragmentos incompletos recogidos por ahí que compondrían poemas más largos, o eso creen los estudiosos, que tampoco están muy seguros de que la mitad no sean suyos. Es lo que tenían los griegos, que como base cultural serían estupendos, pero para conservar las cosas eran bastante más torpes y no se habían dado cuenta de lo bien que se podía mantener el papiro si se plastificaba.
En la Introducción a las Obras y fragmentos de la Biblioteca Clásica Gredos, obra donde se fundamentará nuestro estudio sobre autor y obra (que ya está siendo objeto de análisis para ver si me dan el sillón U con diéresis de la RAE), los en adelante Señores de Gredos (Aurelio Pérez Jiménez y Alfonso Martínez Díez, este último parece no ser el novio de la Duquesa de Alba, por más que aparte de nombre y apellido compartan afición a las antigüedades) se hacen muchas pajas mentales para situarnos (concretamente durante cincuenta páginas). Dado que el nivel intelectual del que visita estas páginas no es tan alto como el de los Señores de Gredos, resumiremos las cincuenta páginas en pocas líneas:

1) No se sabe si la familia de Hesíodo existió (el hermano y el padre, madre ya dijimos que no consta) o el hombre nació por generación espontánea. O si nació, a secas. Y de la muerte ni hablamos.

2) No se sabe cuándo vivió este hombre si es que realmente vivió, marcándose una horquilla que podría oscilar entre el siglo X a.C. hasta el viernes de la semana pasada, si bien parece que la conclusión de los Señores de Gredos es que fue entre el siglo VIII y VII a.C.

3)La principal fuente de riqueza en Grecia era la agricultura. Aunque luego ya empezaron a colonizar todo el Mediterráneo porque se dieron cuenta de que salía más rentable fundar una cadena de grandes almacenes. Pero la apertura de franquicias de El Corte Griego se vio frustrada porque en vez de fusionarse no paraban de conquistarse los unos a los otros, con el malestar consecuente de los posibles accionistas. Es por ello que Hesíodo se dedicaba a dar lecciones acerca de cómo cultivar los campos. Era listo y sabía que con el marketing que estaban realizando no podrían llegar a ninguna parte de otra forma.

4) Además, como estaban quitando las monarquías (hace tres mil años... llevamos un poco de retraso, me temo) y era hombre de bien, llamaba a los gobernantes "divinos" y criticaba las injusticias de los Reyes. Versiones apócrifas aseguran que si hubieran gobernado Reinas a lo mejor no le hubiera disgustado tanto. E incluso podría haber sido una de ellas (tanto "divino" escama a los estudiosos, ya se sabe).

5) Los Señores de Gredos eran fan de 300 antes incluso de publicarse el cómic, por ello le dedican cuatro páginas a hablar de la falange hoplita, forma avanzada de la distribución de los soldados griegos en la batalla, y que, tras cuatro páginas, para lo único que sirve es para deducir que Hesíodo la conocía.

6) Hesíodo no se inventó nada. En realidad era como Beck o Tarantino, y se dedicaba a plagiar poemas hurritas-hetitas-babilonios y sumerios, que lo mismo los habían introducido en Grecia los fenicios, o no. Y poemas fenicios también.

7) Se han publicado muchas versiones de las obras de Hesíodo, pero la mayoría fuera. Y de las que había en español hasta la llegada de los Señores de Gredos, mejor no hablar. Porque ya lo hacen ellos y no precisamente bien.

Algún lector no avezado podría preguntarse después de todo lo expuesto que por qué hay que hacerle caso a unos textos mal conservados que sólo se supone que escribió un señor que no se sabe que existió. Pues muy fácil, ya lo he explicado al principio, porque lo dicen los Señores de Gredos, que para eso saben lo que es el Papiro de Oxirrinco y vosotros no. Y punto en boca.

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