domingo, 9 de noviembre de 2008

Diez motivos para resucitar el noble arte de la guillotina.

Lema del día: Hay momentos en los que cuesta demasiado ser políticamente correcto.

1. Los obispos y los curas que no ejercen su ministerio (hay algunos, pocos, que todavía lo intentan, aunque todos estos no les dejen).

2. Los modelnos.

3. Los que creen que las aceras fueron construidas únicamente para poner encima el carril bici.

4. Los progres trasnochados, los ecologistas trasnochados, los de Greenpeace, las feministas trasnochadas, y todos los ...istas trasnochados en general.

5. Los reyes, los duques, los marqueses, los barones, los condes, los bizcondes y todos sus aleaciones y descendientes y todos sus seguidores y defensores.

6. Los tertulianos radiofónicos y/o televisivos.

7. Los músicos (especialmente los violinistas) y/o vendedores callejeros que entienden que al estar tomándote algo en una terraza lo único que estás haciendo es esperar a que vengan a que les des propina o les compres algo.

8. Los que sólo comen tofu (¿acaso la soja no es un ser vivo? si la arrancas, ¿no sufre?).

9. A los banqueros y los políticos y los grandes empresarios... que, casualidades de la vida, siempre terminan siendo los mismos.

10. A todo el resto de fascistas que se creen con derecho a mirar por encima del hombro a todo aquel que no vista/piense/tenga la misma pose que él.

11. (extra) Al subnormal que ideo la T4 de Barajas, y a los subnormales que dieron dineros de nuestros impuestos para semejante obra megalómana y absurda, que creyeron que para retroceder cinco metros y bajar un piso era mucho más sensato subir dos, girar a la derecha dos veces, dos a la izquierda, caminar cincuenta metros adelante y cincuenta y cinco hacia atrás y bajar otros tres pisos, llenándolo todo en medio de tiendas y espacios muertos con mucho cristal y mucho metacrilato. (Como ya he dicho, este es extra, pero tras tener que cruzar de T4 a T4S en 20 minutos ayer, gracias a un retraso de una hora, vía correr por las escaleras mecánicas, casi a punto de no precisar el tren sin conductor, porque al lumbreras que ideo la terminal se le ocurrió que era mucho más inteligente unir dos terminales que hacerlas independientes, y sin poder poner una reclamación porque de momento no puedo desdoblarme, aunque estoy en ello, estoy a punto de llamar a Al Qaeda para informarles de que eso es el edificio de inteligencia mundial o algo, a ver si hacen lo que semejante monstruosidad se merece).

A veces entran ganas de coger el hacha, pero a los franceses les debemos el gran avance de la fabricación de cadáveres en cadena. ¡Lo que hubiera disfrutado la Reina de Corazones!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres sencillamente genial.

sangreybesos dijo...

A mí los del tofu también están empezando a tocarme los cojones...