lunes, 9 de junio de 2008

Revolviendo

Lema del día: A veces hay que conformarse con un empate.

Lo digo desde ya. El fin de semana perfecto no consiste en coger un avión para recorrerse mil quinientos kilómetros para ir a una cena donde va a estar gente que no te apetece ver, levantarse al día siguiente temprano para recorrerte doscientos y pico kilómetros en coche para comer y beber y tirarte al sol, y volver a recorrértelos al día siguiente de vuelta para coger un avión que te han cambiado de hora y llega de madrugada. Aunque tampoco estuvo tan mal. Sigo sin entender muchas cosas, y, en determinado momento, me dio por ser todo lo borde que uno puede ser (que los que me conocen saben que es mucho). Lo que no entiendo es por qué se cabrea con el que no lo has sido. Tengo yo ya los huevos muy negros para tonterías. Tonterías, como mariconadas, las justitas. Voy a derivar a temas sexuales, como de costumbre, y hoy no tengo el chichi pa farolillos. Lo que perdió la tele al perder gran parte de los personajes de Siete vidas. Tenía muchas ideas para este post, pero gracias a mi mismo, a mi cansancio, y a que estoy otra vez equivocándome sistemáticamente con todas las letras del abecedario no está saliendo lo que pretendía. Claro que eso es muy frecuente últimamente. Acabo de cambiar el lema del día. Había puesto uno que se parecía a lo que le mandé ayer en SMS a una amiga para despedirme, pero me lo guardo para otro día. Pero el nuevo, que también se me ocurrió ayer, tiene que ver con que me hago mayor, y, a pesar de que me sigue gustando mucho jugar, me he dado cuenta que determinados juegos que se prolongan en el tiempo me aburren, y, por tanto, quizá sea mejor empatar antes que continuar la partida para ganar. Pero perder, nunca, eso no. La Kylie ha sacado nuevo disco, que será lo mismo de siempre, si me lo conozco yo. El ego ayer lo tenía bien. Hoy estoy muy cansado hasta para quererme a mi mismo, quererme a mi mucho, y que todo salga de verdad de deporte. Han cambiado las preguntas del Trivial, y yo he perdido mucha cultura desde que dejé de jugar, y se pusieron a preguntar qué pintor fue amante de García Lorca como pregunta de arte y literatura. Maxim Huerta es otro que no salió del armario, lo explotó, o eso parece (que me demandan, que me demandan). Cada vez me gusta más Pilar Rubio, pero menos que Jon Kortajarena. ¿Qué coño he querido contar yo aquí?

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