Hoy estoy de mari. Bueno, en realidad voy a estar de mari. En cuanto deje de hacer cosas para evitarlo, como escribir en este blog. Mi madre viene de visita la semana que viene, y tengo que limpiar un poco para que mi casa no parezca Sarajevo cuando ella aparezca por aquí... y porque a estas alturas ya soy íntimo de la purpurina de la alfombra, y no me parece. Aunque me va a dar pena, ya le he cogido cariño. Además de quitar polvo (y purpurina) tendría que hacer millones de cosas que sigo posponiendo, pero no tengo tiempo. Porque no paro de perderlo no se en qué, evidentemente. Si resumo la semana tengo que decir que no he parado, de hacer no se muy bien qué. Aunque parece que ya se cuando me voy de vacaciones, y adonde no me voy a ir. Al final Escandinavia quedará para otro año. Hacienda no va a estar por la labor de dejar que me gaste lo que cuesta semejante viajito. Otro año será. Pero por lo demás, no se qué he hecho...La vida, que se va aunque uno no quiera.
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