A punto de estallar

Lema del día: Qué cansada es la familia.

Últimamente parece que vivo en El Padrino. Todo el día con La Familia a cuestas. Como bien sabreis los pocos que me seguís, mi madre y mi hermano están de visita mes y medio en la isla. Por supuesto no en casa, porque se trata de que todos sobrevivamos a ella. Pero no se si ha sido peor el remedio que la enfermedad, porque cuando lo que me apetece es estar tirado en el sillón, no puedo parar de dar vueltas por la ciudad, haciendo visitas y yendo de compras.
Para colmo, gracias a mi foliculitis, que me ha salido últimamente precisamente gracias a mis escrúpulos con el sudor (manda cojones), me asemejo cada vez más a un mono titi, y no me apetece que media humanidad me vea rascándome. Por supuesto, no he ido a ningún dermatólogo, y me sigo automedicando. Porque para eso uno tiene un título por mucho que alardee de su ignorancia.
Pues eso mismo, que estoy más quitado de en medio que de costumbre por estos lares por eso mismo, cuando no estoy con La Familia, estoy descansando que es lo que me apetece (putos antihistamínicos, además estoy comiendo como una bestia y creo que ya he vuelto a engordar todo lo que perdí en dos meses de gimnasio...)
En fin... que voy a ver donde guardé la escopeta.

Indecisos

Lema del día: Votar o no votar, that's the question.

Para que veais que se inglés. One, two three... puedo contar mucho más. Me he levantado a las doce de la mañana, después de acostarme ayer a las tantas volviendo a ver unos cuantos capítulos de la primera temporada de Mujeres Desesperadas, y todavía no se qué hacer. He jugado al Need for Speed (qué me cuestan las carreras de speed), he tomado mucho café, me acabo de acordar de que no he desayunado, he continuado aseando mi domicilio, he hablado con varios amigos por el messenger... y todavía no se lo que hacer. Tenía muy claro mis votos, la Terremoto for president y Darek for senador, pero, sinceramente, para hacer el tonto, mejor me pongo a planchar y a lavar ropa... y a continuar con la limpieza, y a seguir jugando... Dios (que no existe), aclárame el camino. Ese que la Divina Providencia no me aclara por muchas velas que le ponga los domingos, como me dijo aquella espiritista-cartomántica-diabética no insulino dependiente en Cuba. Ya estoy desvariando... voy a aspirar las alfombras.

Quiero un marido que me mantenga

Lema del día: Así limpiaba, así, así...

Hoy estoy de mari. Bueno, en realidad voy a estar de mari. En cuanto deje de hacer cosas para evitarlo, como escribir en este blog. Mi madre viene de visita la semana que viene, y tengo que limpiar un poco para que mi casa no parezca Sarajevo cuando ella aparezca por aquí... y porque a estas alturas ya soy íntimo de la purpurina de la alfombra, y no me parece. Aunque me va a dar pena, ya le he cogido cariño. Además de quitar polvo (y purpurina) tendría que hacer millones de cosas que sigo posponiendo, pero no tengo tiempo. Porque no paro de perderlo no se en qué, evidentemente. Si resumo la semana tengo que decir que no he parado, de hacer no se muy bien qué. Aunque parece que ya se cuando me voy de vacaciones, y adonde no me voy a ir. Al final Escandinavia quedará para otro año. Hacienda no va a estar por la labor de dejar que me gaste lo que cuesta semejante viajito. Otro año será. Pero por lo demás, no se qué he hecho...La vida, que se va aunque uno no quiera.

Primavera en Sevilla.

Lema del día: Como se notan los treinta.

Estaba esperando que me mandaran las fotos de este fin de semana, pero supongo que la que vino conmigo habrá estado convaleciente de los excesos, con lo que no tengo fotos. Y ya va siendo hora. Porque, de hecho, se me han olvidado la mitad de las cosas que quería contar.
Es verdad que cada vez que regreso me pongo hipomaniaco, no duermo prácticamente, y me desarreto en la calle. Pero es que en Sevilla la primavera entró antes de tiempo, y ya olía todo a azahar. Me pongo melancólico. Para no querer volver más nunca allí, está bien echarla de menos.
Mis amigos siguen en las mismas, está bien que no avancen, así yo no me pierdo nada, pero también hay que tener en cuenta que, como era el puente, no vi a mucha gente, sólo a los que estaban por ahí. Me lo pasé muy bien, me reí mucho, y llegué a tirarme dieciseis horas en la calle a base de alcohol y tapitas. Esas cosas que pasan en la península y que aquí no hay manera. Conocí a una vecina de mi pueblo de toda la vida en un bar a las cuatro de la mañana. Y digo bien, conocí... y pasaron muchas cosas que ahora mismo no recuerdo. Si que comprobé que la única forma que tengo de salir bien en las fotos es acompañado de gente. La fotogenia como es.
Estoy poco inspirado. Y el vídeo que no se carga. Lo dejaré pa otro día.

P.D.: Ya he mandado mensaje, pero bueno... pienso votar a La terremoto de Alcorcón for president. Por si quereis ser originales.