Lema del día: Cuando quiera que me molesten, ya os llamo yo.
Porque siempre estás ahí, en mis mañanas, en mis tardes, haciendo que sea persona, tú que nunca me fallas, tú que haces que no ladre, tú que siempre me acompañas en los malos momentos, tú, sin el que no sería yo. Tú, café, cuya falta hace que siempre me pregunte si de verdad no soy un yonqui. Solo, con hielo, con leche, cortado, en barraquito... A ti va dedicado este post. (sobre todo si es Saimaza, el café de los muy cafeteros).
P.D.: Ni que decir tiene que a mi la poesía se me da nada más que regular.
Lema del día: Por fin solos.
Por muy agradable que sea una visita, al final terminas sintiendo que en tu casa sobra gente, y que esa gente, evidentemente, no eres tú. Sobre todo para alguien que lleva ya demasiado tiempo viviendo solo y sin ganas de convivir con alguien, y menos si tiene los despertares que yo tengo.
Pues bien, acabo de empaquetar la última visita de la temporada (la última visita prevista, imprevistas pueden llegar unas cuantas) camino del aeropuerto y, como forma de volver a incorporarme a mi rutina habitual, he decidido volver a actualizar este blog, si bien esas actualizaciones, memorias vacacionales aparte, son cada vez menos.
Y para actualizar, nada mejor que comentar la mejor parte de la visita. Mejor parte que, en realidad, se hubiera producido con y sin visita, es lo que tienen las fiestas de pueblo, que aunque no haya nadie de fuera, se siguen celebrando, y gracias a las cuales, creo, el que me ocupen mi casa durante más de una semana me ha resultado muy llevadero.
Han sido dos. Para empezar me estrené en el noble arte de las romerías, concretamente en la de Santa Brígida. En realidad las romerías son iguales en todas partes, por lo menos las que yo conozco. Todo consiste en que hay una imagen a la que se va a adorar y que, mayormente, sirve de excusa para organizar una fiesta donde lo importante es beber y comer y beber más. La diferencia de las romerías canarias con las andaluzas, por ejemplo, es que, a diferencia de las de allí, donde el traje de "romera" (llámese al vestido de faralaes o rociero) sólo lo llevan ellas, y no todas, aquí la mayoría de la gente se viste de típico. Incluido yo. Hay fotos por ahí que lo atestiguan. Traje de típico que no era de típico típico y que me compré media hora antes de coger la guagua para subir a la celebración, por otra parte.
Lo demás es lo de siempre. Se hacen ofrendas a la imagen, se camina por el pueblo con la cerveza en la mano, y, en este caso, se termina en una verbena con actuaciones y bailando y entablando conversación con todo el que te encuentras. A mi hasta me felicitaron el cumpleaños a saltos cuando lo dijo el señor de la orquesta. Eso sí, desde entonces me llamo Alexis.
Segunda fiesta popular, y la más mejor fiesta de toda la historia de las fiestas: la Rama de Agaete. Creo que ya lo puse en algún post el año pasado. A mi la Rama me encanta, y pienso seguir yendo caiga cuando caiga a lo largo de la semana. Consiste en que en Agaete, pueblo grancanario precioso, el 4 de agosto, y tras una noche de farra poco recomendable (por tradición cada año apuñalan a alguien), suben al monte a recoger ramas, y bajan al son de la Banda de Agaete, pidiendo con ella agua, aunque rociados en cerveza, hasta el Puerto de las Nieves, donde ya todo el mundo termina bañándose. Esa es la fiesta de día, fiesta que viene desde no se cuantos días antes y se prolonga algún día más. El buen rollo es la norma y se puede hacer ejercicio de forma divertida (los bailes consisten fundamentalmente en agacharse y dar saltos) durante las siete u ocho horas que dura el paseito de apenas dos kilómetros. Yo sigo diciendo que hay que vivirla para saber lo fantástica que es. Y sigo invitando a quien quiera venir. La bajada es el 4 de agosto, el año que viene cae en martes. Os dejo fotito de hace unos años de la página de Noticias Canarias.
Y poquito más de momento. El resto del tiempo se ha dedicado a comer fuera, dar vueltas, ir a la playa... y no descansar ni un segundo que es lo que hay que hacer cuando hay visitas. En fin, que me voy a acostar ya mismo. Felices sueños.
Lema del día: No pierda la esperanza, a veces las cosas salen bien.
Como quien no quiere la cosa, hace ya un mes este blog cumplió un año de existencia, concretamente el uno de julio. Como tengo la cabeza como la tengo, no me di cuenta hasta mediados de mes, con lo que no iba a interrumpir la publicación del diario de viaje... y lo he pospuesto un mes. Un mes que ha dado para que no descanse lo más mínimo y me vaya a Lanzarote saliente de guardia a pasar el día para ver a una amiga que hacía un año que no veía, y, una vez planeado, encontrarme con que estaban allí otros amigos míos que tampoco veía desde hacía dos años y pico... a pesar de mis múltiples viajes a Madrid y Sevilla. Me sentó estupendamente, pero estoy reventado. Y hoy llega visita y empiezo con las fiestas populares... mi pobrecito hígado...
Pues nada, que feliz cumpleaños a este blog. Ya queda menos para su muerte. Pensaba poner una felicitación de Mafalda, pero como voy a ser muy poco original, publico mejor esta, que encontré en algún sitio de myspace.