martes, 29 de marzo de 2011

Historia de amor

Lema del día: Podríamos imprimir los propósitos de enmienda. Al menos así podrían servir para limpiarnos el culo.

Todo comenzó una hermosa tarde primaveral.
Yo había salido de casa y me encontraba paseando por un parque.
De repente, me di cuenta de que alguien me miraba, y no tenía cara de asesino múltiple.
De hecho, era bastante guapo.
Como no podía ser de otra manera en mi, me puse tan nervioso que empecé a zigzaguear al andar y me tropecé contra un ciprés.
Él se acercó y me dijo Hola.
Yo, como no podía ser de otra manera en mi, le ladré de la forma más espeluznante que pude.
Él se dio cuenta de que me gustaba y no se fue. De hecho sonrió.
Empezó a confesar que me había visto antes y que por fin se había decidido a acercarse.
Yo volví a ladrar, como no podía ser de otra manera en mi, y él respondió de forma inteligentísima.
Era de esos hombres a los que cuando abren la boca no te entran ganas de abofetear.
Nos fuimos a casa y tuvimos nuestra primera tarde-noche de sexo frenético.
A partir de ahí todo fue muy rápido. Seguimos viéndonos, nos presentamos a nuestros amigos, a nuestras familias y sin darnos cuenta, estábamos firmando los papeles de la boda.
Después nos compramos un filipinito, un vietnamitita y un etiopito.
¡¡Me desperte sudando, macho!!


miércoles, 2 de marzo de 2011

La catetez personificada

Lema del día: Estar al tanto de lo que ocurre en el mundo no trae nada más que disgustos.

Durante muchos años, tantos como viví en mi tierra, me quejé, una y otra vez, del caciquismo de Chaves y sus secuaces y temí, y temo ahora más que nunca, aunque esté lejos, la venida del señoritismo PPeriano andaluz. Pero todo era poco para lo que me esperaba.
Llegado a Canarias me decían los amigos de aquí que la figura del cacique seguía ejerciendo y se seguían moviendo muchas cosas por apellidos. Yo me negaba a creerlo y evitaba saberlo hasta que, un buen día, descubrí las primeras declaraciones del Presidente General Básico (o P.G.B.), alias Paulino Rivero.
No recuerdo exactamente cuales fueron esas porque este, como La Churretosa, se cubre de gloria cada vez que abre la boca y, como es Presidente, según sus propias reflexiones, no tiene que preocuparse de que suba todavía más el pan, aunque el enfado tras la petición del PP canario (que precisamente no es de los que ganen unas elecciones y no se comporten como si las islas fuesen de su propiedad) de reducir el número de coches oficiales fue una de las mayores muestras de buen hacer pueblerino, casi medievalesco.
Porque para Rivero ir en taxi en plena crisis (como hace el señor Revilla) debe ser una humillación para una comunidad autónoma con una de las tasas de paro más altas de España... aunque sobre eso hablaré después.
La cosa es que a Rivero y a todos los consejeros de Coalición Canaria les gusta aparentar, y para ello nada mejor que derrochar con coches oficiales hasta para ir a Madrid.
No menos celebradas por el humor isleño fueron sus declaraciones acerca de la formación de Willy García, amiguito nombrado director de la Radio Televisión Canaria, para ocupar ese puesto.
Porque estar formado en "la Universidad de la vida" puede quedar muy bien para ser un cantautor borracho, pero para un cargo de responsabilidad que maneja cientos o miles de millones de euros, deja un tanto que desear, por más que lo diga el señor Presidente, que por otra parte demuestra claramente sus ideas acerca de la gestión.
Gestión que por lo que él piensa da más frutos de los merecidos ya que es capaz (y eso lo ha hecho estos últimos días) de autoproclamarse salvador del turismo en base a reducciones de tasas aeroportuarias que, puedo dar fe, no hemos notado los que viajamos en aviones regulares (supongo que él también tendrá un coche oficial para ello) ninguneando el conflicto en el Magreb (y especialmente en Túnez), destino que ha ido históricamente quitando turismo de calidad a Canarias, y a pesar de lo que han declarado los touroperadores de media Europa respecto a ello (efectivamente, que tras iniciarse los incidentes, comenzaron a reubicar a los visitantes a otros destinos de sol y playa, como pueden ser estas mismas islas, donde la temporada alta que es ahora se ha convertído en altíííísima).
Pero no contento con toda esta sarta de sandeces, demagogia barata y puestas de cojones en la mesa a modo de justificación política (que no la tiene), va el buen señor y dice que el problema del empleo en Canarias tiene que ver con los que nos hemos venido a trabajar aquí.
Es decir, que el que la ocupación hotelera sea completa y los hoteles estén funcionando con el mismo personal que usan cuando es de un cincuenta por ciento es culpa de que unos cuantos licenciados nos viniéramos a ocupar unas puestos de trabajo que estaban vacantes y sin posibilidad de sustitución por personal oriundo.
Ya sabemos que los partidos apodados nacionalistas (que no necesariamente nacionalistas) son como son, pero intentar justificar las nulas políticas de empleo, el amiguismo y el chanchulleo en base a fomentar el odio contra "el extranjero" no es de recibo ni desde luego de responsabilidad, y no tiene perdón de Dios por mucha "Universidad de la Vida" a la que se haya ido.
Lo peor de todo es que este gañán va a volver a ganar las elecciones gracias, ante todo, a unos partidos nacionales que tienen los mismos defectos que él (aunque es cierto que los exponen mucho menos) y a unas alternativas nacionalistas tan fragmentadas que no pueden hacerle sombra.
Pues antes de que eso pase, quiero aclararle una cosa, señor Rivero. Yo me vine a trabajar aquí para cubrir una plaza donde previamente había estado trabajando una compañera valenciana que marchó a su tierra, y tras dos meses en los que no apareció nadie para el puesto.
Siento decirle que, si no llega a ser por mi y teniendo en cuenta a los canarios que han terminado la misma especialidad que yo, esa plaza seguiría ahora mismo desocupada, cinco años después. Y como esa, otras tantas. De nada, señor Rivero, de nada.