martes, 4 de enero de 2011

Smoke or not

Lema del día: A río revuelto, ganancia de pescadores.

Puede que tenga que ver con el vivir con la sensación de conspiración permanente, pero no deja de sorprenderme que, coincidiendo con la entrada del 2011 y de la nueva-novísima ley antitabaco, esa que deroga las exenciones de la del 2006 que tanto han hecho por el cáncer en este país sin que nadie se plantee remunerar los espacios que se crearon entonces a los hosteleros, por ejemplo (bueno, nadie menos los de la gaviota, que con tal de sacar provecho del mal ajeno... a ver si hubieran pensado lo mismo de haber sido ellos), la flamante nueva Menestra de lo Sosiá (Dña. Pajín, alias La Churretosa) lejos de promover cierta tolerancia en el inicio de la implantación "recuerda" a los "ciudadanos" que pueden denunciar al vecino si están en una parada de autobús tragando dióxido de carbono pero a algún desalmao se le ocurre encenderse un pitillo aunque sea de paso estando a menos de dos millones de kilómetros de un colegio.
Cualquier día veremos a los antitabaco, que también son activistas, aunque estos del sistema como las feminazis, con todo lo que ello conlleva, cargados como si fueran a hacer un mapa topográfico cada vez que salen de casa... pero eso es otra cuestión.
A lo que voy, y por más que me toque las narices el limitar los espacios abiertos con la nueva ley sin hacer caso, por ejemplo, de las antenas de telefonía o del alarmante número de nuevos cánceres en toda la zona que rodea determinados cementerios radioactivos, es a esa especie de llamada a la guerra contra el vecino que recuerda a los tiempos, no tan lejanos, en que se denunciaban determinadas actividades que se entendían contra natura (o el Estado, en estos casos de totalitarismo estamos hablando de lo mismo).
Es decir, en vez de clarificar quién tiene que velar por el cumplimiento de la ley y asignar los recursos necesarios para ello, preferimos ahorrarnos dinerito, que estamos en crisis y las dietas a cien euros por comida hay que mantenerlas, y que sean los propios españolitos los que vayamos acusando a nuestros conciudadanos en aras de la limpieza del aire que, desde luego en la calle, no se va a notar aunque se deje de fumar visto lo que quieren los gobiernos occidentales a la industria del automóvil.
A mi me da que pensar, por más que esté mal visto, miren ustedes. Sobre todo porque mi calle (aunque La Churretosa no lo sepa) los días que llueve va a seguir oliendo a mierda por culpa del alcantarillado, y eso va a seguir sin solucionarse aunque nos quejemos todos los vecinos a la vez. Claro que no es entre nosotros...


P.D.: Echaré de menos el humo en televisión. Siempre fotografió muy bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel